miércoles, 17 de agosto de 2011

¿Qué pasó ayer en TV Senado?: "Quisiera entender, quiero comprender"

(Resumen del Artículo de Alicia Sánchez, Secretaria Ejecutiva de la Asociación Chilena de ONGs Acción)


...Ayer, durante la histórica sesión de la comisión “Educación, cultura, ciencia y tecnología” del Senado transmitida por su canal, donde se discutió el proyecto de ley que prohíbe aportes estatales a entidades que persigan fines de lucro en la educación, me acordé de ese artículo. Miraba a los parlamentarios como acorralados por el fuego y algunos de ellos/as parecían estar muy lejos de la sala. Fue entonces cuando todo empeoró y llegó la frase de la ex vocera de gobierno y actual senadora designada Ena Von Baer: “Yo quisiera entender, quiero comprender. (…) Porque es importante entender, quiero comprender”.

Habían sonado fuerte las sirenas, el fuego estaba por todos lados, los bomberos también. Pero ahí se encontraban nuestros senadores como asfixiados por el humo, sin mucha capacidad de reaccionar –y, ¿es posible a estas alturas, de comprender?-, de encontrar las palabras correctas, de dar una respuesta más osada. Por último, de tirarse por la ventana en una acción desesperada.

Minutos antes, uno de los dirigentes había emplazado a los parlamentarios: “Ustedes están contra el tiempo, no nosotros”. “Tomen las riendas de la situación”, decía otro. Claros, directos, sin filtro. Mientras los discursos de los estudiantes daban una lección de política, los parlamentarios se enredaron con más preguntas que respuestas y no estuvieron a la altura de los argumentos entregados por la Confech y los secundarios.


“No estamos pidiendo una reforma al sistema, estamos pidiendo un cambio estructural. La sociedad lo está pidiendo a gritos. Hagan presión. Eso es lo que este movimiento espera de ustedes”, explicaba Camila Vallejos para terminar de aclarar la demanda a quienes aún no lograban entender de qué se trataba esto, aún cuando la responsabilidad del tema es de tod@s, insistían.

Clase política acusada hasta el cansancio de miopía y sordera daba nuevas pruebas de su dificultad para proponer salidas. Los estudiantes entregaron su opinión sobre el proyecto, considerando que era un avance, porque al menos el Estado dejaba de ser cómplice por omisión.

Pero además Giorgio Jackson había iniciado la segunda ronda de argumentaciones enunciando tres puntos clave:

- Un “quórum calificado” de la sociedad está de acuerdo en terminar con este sistema;

- Tenemos escepticismo del espacio que se trata de generar; puede ser bien intencionado, pero hay un doble estándar: los parlamentarios oficialistas dicen ‘discutamos el financiamiento compartido’ y el gobierno dice que no;

- No compartimos el diagnóstico con el gobierno, ellos ven los mismos datos de una manera distinta.


Por si estas argumentaciones no satisfacían a nuestro Senado o no eran suficientes, llegó un cable a tierra: “Vengo de una región extremadamente rica, pero la educación, la salud y la vivienda son las peores del país. Tenemos una clase política que no ve nuestros problemas. (…) No sé cuantos de ustedes han pasado por la Junji”, dijo el dirigente de la universidad Arturo Prat.

La madeja se desenrolla. Estamos llegando a uno de los nudos más ciegos. En el diálogo entre los parlamentarios y los estudiantes había algo que hacía ruido, que provocaba que el debate de la educación comenzara a develar asuntos más profundos. También muchos de nosotros, entusiasmados con la fuerza y la lucidez de los dirigentes estudiantiles, nos hacíamos viejas preguntas que cobraban vigencia con la discusión.

¿Qué pasará con los/as jóvenes que hoy creen que pueden cambiar el mundo? ¿Hasta dónde llegarán quienes creen que otra sociedad es posible y que dan lecciones de política a un parlamento casi petrificado? ¿Hasta cuándo resistirá y resistiremos un sistema político sordo y cerrado en una sociedad desigual como la nuestra y donde se demostró una vez más -tras la sesión que transmitió ayer la TV del Senado- que no son los mejores los que hoy tienen acceso al poder (no sólo en los espacios de la política tradicional)? ¿Por qué nos gobiernan quienes nos gobiernan? ¿Dónde radica su excelencia? ¿Basta su origen?

Muchos dirán que capacidades extraordinarias no son imprescindibles a la hora de acceder a cargos públicos. No lo han sido hasta ahora. Sin embargo, lo realmente dramático es que aquellos que sí cuentan con capacidades de sobra tengan remotas posibilidades de alcanzar espacios de decisión. Entre muchas razones porque las actuales élites políticas y económicas han impedido que otros sectores posean mecanismos concretos para llegar a ocuparlos. La exclusión política tiene más consecuencias que las aparentes.

El poder no se está distribuyendo de manera equitativa en un país donde la educación segrega y donde los apellidos y los contactos adquiridos desde el jardín infantil o colegio –no de la Junji- tienen más valor que la inteligencia. Eso ya lo sabemos, es lo que aparece más nítido hoy y de lo han tomado conciencia los/as jóvenes, que se dan porrazos cada vez que tratan de avanzar, pero intuyen que a pesar de sus méritos la competencia será ruda con quienes recibieron una educación que mensualmente cuesta el triple de lo que ganan sus padres. Esto adquiere mayor relevancia cuando nos damos cuenta de que gran parte de los errores de quienes nos están gobernando se debe a su escasa conexión con el Chile real, al miedo a la mezcla y al otro/a que se nos parece tan poco y que vive tan lejos.

Es probable que nuestros jóvenes más brillantes nunca nos gobiernen. Pero como dijo el gran historiador Eric Hobsbawm, “es mejor tener a hombres y mujeres jóvenes que sienten que están a la izquierda, que hombres y mujeres jóvenes que sienten que lo único que tienen que hacer es obtener un trabajo en la bolsa”.

A punto de cerrarse la sesión de ayer vino una de las últimas preguntas de parte de los estudiantes: “¿Cómo saben ustedes qué colegio es mejor o es peor? …. ¿El Simce? …. Le estoy dando una pista…”. La senadora Ena Von Baer sólo sonrió y puede que se haya enrojecido.

Se levanta la sesión."

(El enlace al artículo acá)

MANU(el Andres) SANDOVAL (Baros)
...."Deja la Vida Volar"....

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