lunes, 18 de febrero de 2019

Estremecer: vibrar, temblar, emocionarse, conmoverse...

Parto con esa definición porque voy a escribir sobre personas que me estremecen, y particularmente con Mujeres...

"Me han estremecido un montón de mujeres..."

Así, sin más vueltas, parafraseando a Silvio Rodriguez, hay muchas mujeres que me han hecho emocionarme hasta quedarse grabadas para siempre. Que sin pedirlo han aparecido en mi vida y me han hecho vibrar y resonar tan alto que se convierten en verdaderas maestras. 
Hacer una lista, además de ser riesgoso y resultar injusto, es una labor compleja porque de verdad son muchas. Y eso no habla de mi, si no del tremendo poder de las mujeres, de lo femenino, en nuestras vidas. 
Todas distintas y en roles hasta a veces opuestos, pero que comparten el ser "mujeres", con todo lo que ello implica, incluso con el peso social y cultural que conlleva. "...Mujeres fuego, mujeres de nieve...", esa frase hoy tiene sentidos muy especiales, ya que llevo 2 inviernos (y primaveras) donde la nieve es algo que se va haciendo común. Y dónde el fuego es vital para sobrellevar los meses fríos, bien fríos, que la Patagonia nos regala.


"... lo que a mi más me ha estremecido 
son tus ojitos, mi hija..."

Después de estos meses revueltos, he vuelvo a reafirmar que es en los ojos y la sonrisa de Florencia, donde el estremecimiento me lleva "hasta perder casi el sentido".  Verla crecer fuerte, valiente, hermosa y cariñosa, y ver sus ojos mirar profundo pese a los cambios que ha tenido que asumir en su corta vida, no me hacen más que emocionarme. He podido volver a mirar con calma y distancia mi relación con esta mujer maravillosa. Ver la niña que cada día va quedando más lejos y la mujer en la que se está convirtiendo.
Llevo andando unos meses turbulentos producto que una de las Mujeres más importantes en mi vida me ha conmovido tan fuerte que he tenido que volver a andar casi desde cero, un estremecimiento tal que me hizo tambalear fuerte, y sin embargo el golpe también ha sido un aprendizaje iluminador en muchos aspectos. Y algo que ha iluminado es el sentimiento del amor, puro y genuino, sin apegos y liberador.
Y en este presente doloroso, hay mujeres que me siguen estremeciendo y enseñando. 2 de ellas están presente como hace ya casi 13 años: una me sigue enseñando con el dolor de un quiebre y otra me sigue enseñando con su día a día, y eso no me lo quiero perder, quiero y voy a "estar" para acompañar el crecimiento de Florencia y para seguir aprendiendo con ella de esta vida.

Ver los ojos y la sonrisa de esta mujer que le tocó enseñarme a ser Padre me llena de energía, de presente y de futuro. Gracias Florencia, por mirarme e iluminarme con

"...tus ojitos divinos."




"DEJA LA VIDA VOLAR"
 Debes ser el Cambio que Quieres ver en el Mundo

6 comentarios:

Paula dijo...

Admiración mi amigo

lenin dijo...

Lindas palabras.
Un gran abrazo Manolo

Unknown dijo...

Que sentidas palabras Manu... y aclarador también para quienes te apreciamos y desde hace un tiempo, te veíamos en el trance de algo.
Te recuerdo con cariño.
Un abrazo!

MANUEL SANDOVAL BAROS dijo...

Abrazos Compa!

MANUEL SANDOVAL BAROS dijo...

Gracias «Unknown»

MANUEL SANDOVAL BAROS dijo...

Besos