(Carta de Marcelo Mena, publicada hoy en La Tercera de la hora)
Señor director:
La energía más renovable es la que no se usa. Podemos enfrentar nuestras futuras demandas energéticas con mayor generación, pero eso siempre traerá algún conflicto. Debemos ver la eficiencia energética como una oportunidad costo-efectiva para prepararse a un escenario de escasez energética, tanto en electricidad como combustibles. Hasta ahora, hemos solucionado todo con subsidios. Sube la bencina y muchos clamaron que hiciéramos un fondo de estabilización al petróleo, al mismo tiempo que nunca habíamos visto tantas 4x4 en Santiago. Sube el gas en Magallanes y solucionamos el problema con otro subsidio. Estas políticas son pan para hoy y hambre para mañana. Los combustibles serán más escasos, la comida va a subir de precio y la energía subirá.
Para enfrentar las alzas debemos ser inteligentes, buscando cambios estructurales en nuestros consumos energéticos y financiando desarrollos tecnológicos en eficiencia energética. Con lo disponible en una tienda, podríamos disminuir el consumo hogareño de iluminación hasta en un 50%, de agua un 30% y de gas natural un 15%. Cambiando motores ineficientes podemos reducir en 30% el consumo energético de algunas industrias. Todo, con un período de retorno de menos de un año.
Con retornos tan rápidos deberíamos verlo así: si queremos ahorrar mil millones de dólares al año en energía, debemos gastar esa misma cantidad. Eso no se logra con los US$ 40 millones de presupuesto anual de la Agencia de Eficiencia Energética, se logra enseñando a pescar, no regalando el pescado.
Marcelo Mena
Dir. Centro de Sustentabilidad
Universidad Andrés Bello
MANU(el Andres) SANDOVAL (Baros)
...."Deja la Vida Volar"....
La energía más renovable es la que no se usa. Podemos enfrentar nuestras futuras demandas energéticas con mayor generación, pero eso siempre traerá algún conflicto. Debemos ver la eficiencia energética como una oportunidad costo-efectiva para prepararse a un escenario de escasez energética, tanto en electricidad como combustibles. Hasta ahora, hemos solucionado todo con subsidios. Sube la bencina y muchos clamaron que hiciéramos un fondo de estabilización al petróleo, al mismo tiempo que nunca habíamos visto tantas 4x4 en Santiago. Sube el gas en Magallanes y solucionamos el problema con otro subsidio. Estas políticas son pan para hoy y hambre para mañana. Los combustibles serán más escasos, la comida va a subir de precio y la energía subirá.
Para enfrentar las alzas debemos ser inteligentes, buscando cambios estructurales en nuestros consumos energéticos y financiando desarrollos tecnológicos en eficiencia energética. Con lo disponible en una tienda, podríamos disminuir el consumo hogareño de iluminación hasta en un 50%, de agua un 30% y de gas natural un 15%. Cambiando motores ineficientes podemos reducir en 30% el consumo energético de algunas industrias. Todo, con un período de retorno de menos de un año.
Con retornos tan rápidos deberíamos verlo así: si queremos ahorrar mil millones de dólares al año en energía, debemos gastar esa misma cantidad. Eso no se logra con los US$ 40 millones de presupuesto anual de la Agencia de Eficiencia Energética, se logra enseñando a pescar, no regalando el pescado.
Marcelo Mena
Dir. Centro de Sustentabilidad
Universidad Andrés Bello
MANU(el Andres) SANDOVAL (Baros)
...."Deja la Vida Volar"....
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