miércoles, 28 de julio de 2010

Aprobados en focalización, reprobados en distribución del ingreso

El investigador del RIMISP, Julio Berdegué, escribe hoy en El Mostrador un interesante análisis sobre los datos de la última CASEN, y como desde el gobierno nos están de a poco entregando datos sin mayores reflexiones de fondo... Les dejo un resumen del artículo

En la última entrega de datos dada por el ministro Felipe Kast se habló sobre los problemas del país en cuanto a la distribución del ingreso. "Si bien los datos públicos siguen siendo muy escasos, el panorama ya se está aclarando, y ello permite aventurar que cuando tengamos toda la información disponible, Kast tendrá que dar explicaciones al Presidente Sebastián Piñera".

Solo por los datos "podemos afirmar matemáticamente dos cosas: Primero, que el 40% más pobre de la población de Chile se llevó un 12% de la torta de los ingresos del país derivados del trabajo (llamados “ingresos autónomos“). El 10% más rico de la población de Chile se llevó un 40% de esa misma torta de ingresos autónomos. Hasta aquí el mercado. Lo segundo, pone en escena al Estado. El 40% más pobre de Chile se llevó el 69% de la torta de las llamadas transferencias monetarias. El siguiente 40% representado por las clases medias se llevó un 27%, y al 20% más rico le tocó apenas el 4% de los subsidios sociales (¡mal hecho; deben ser los mismos que piden factura en el supermercado a nombre de la empresa!)".

Continúa señalando el error del Presidente, que para variar se apresuró, y "tuvo el desacierto de afirmar que los dineros de los programas sociales estaban mal focalizados. Por el contrario, Chile aprobó con muy buena nota en materia de focalización del gasto social".

Pero no hay dudas que de los datos "se desprenden otras conclusiones menos halagadoras. Primero, que el modelo económico imperante es fuertemente regresivo, ya que el mercado en Chile da muy pocas oportunidades a quienes ya carecen de casi todo. Segundo, que en distribución de los ingresos del trabajo, Chile reprobó sin mayor discusión".

Para Berdegué: la “vía chilena a la distribución del ingreso” tiene 2 caminos: "transferir ingresos a través de la política social", y "la promesa de una educación de calidad y equitativa". Podemos consensuar que el segundo camino esta lejos de ser una realidad, y es más, si llegase a cumplir hoy, "ello no afectaría los datos de la CASEN sino hasta unos 20 años más. Es decir, cuando los niños de hoy estén en el mercado de trabajo en cantidades suficientes como para marcar la diferencia. En suma, mientras se revoluciona la educación y ello rinde frutos en la situación social del país, nos está quedando la política social".

Pero lamentablemente los datos señalan que "pese a que el gasto social está muy bien focalizado, no alcanza a hacer la diferencia. Porque al capturar el 40% más pobre de Chile el 69% de los subsidios, apenas logra hacer crecer su pedazo de la torta total de los ingresos del país de un miserable 12% a otro miserable 13%. Es decir, la política social está muy bien para reducir pobreza, pero no sirve casi nada para reducir desigualdad".

EL autor nos entrega una reflexión de antología: "Si queremos que el 40% más pobre aumente los ingresos del trabajo a un 25% (por ejemplo), tendríamos que redistribuir el 60 % del ingreso del 10% más rico. Eso más que a reforma tributaria, suena a revolución social. Claramente una reforma tributaria puede ayudar, pero no va resolver el problema".

Por último, concluye que "para seguir bajando la pobreza y comenzar a reducir la desigualdad en la distribución del ingreso, debemos comenzar a pensar seriamente y abandonar las apuestas a favor de fórmulas mágicas. Debemos partir por una estrategia nacional, multidimensional, que apunte de manera simultánea a sostener el crecimiento, a eliminar la pobreza y a reducir la desigualdad. Aquí van a tener cabida todas las fórmulas: la creación de mejores empleos, las transferencias focalizadas, la educación pública de calidad, la reforma tributaria y otras que aún no salen a la discusión, como la política industrial y las políticas a favor de un desarrollo económico territorial equilibrado"

Tremendo.... DESARROLLO ECONÓMICO TERRITORIAL EQUILIBRADO, no estamos tan perdidos parece

MANU(el Andres) SANDOVAL (Baros)
...."Deja la Vida Volar"....
Leer más...

lunes, 26 de julio de 2010

No tan sinónimos

Les dejo a continuación, luego del entretenido y apasionante circo del mundial..y de muchos cambios positivos en mi vida (y que me tenían muy ocupado), un artículo que me gusto mucho. Es de VÓLKER GUTIÉRREZ, el Presidente de la organización Cultura Mapocho, y nos llama a una reflexión en torno a como aceptamos como normal la segregación y discriminación social en nuestras vida.

El artículo parte relatando 3 noticias aparecidas en un mismo portal informativo. En resumen la primera señala textual "un centenar de pobladores de Quilicura, quienes reclamaron por la falta de energía eléctrica en su comuna"; continúa citando otra noticia, que dice: "en la comuna de Vitacura, cuando los vecinos avisaron de la presencia de cuatro delincuentes sospechosos"; y la ultima noticia presentada señala que "los pobladores sin casa de la toma de Peñalolén entregaron copias de una carta a los vecinos de la comunidad ecológica de esa comuna para explicar su situación"

Ahora, el autor, desarrolla su articulo preguntando si ¿se imaginan ustedes al alcalde Raúl Torrealba hablando de los pobladores de Vitacura?, ¿o que algún matutino haga referencia a que el presidente Piñera es poblador de la calle San Damián?.

Quedando de manifiesto la antigua costumbre de apropiarse de (o motejar a otros con) ciertas denominaciones, citando como ejemplo el caso de "los médicos, que son llamados doctores sin haber realizado (o aprobado) un estudio de doctorado". Y el autor reconoce "otro escenario interesante, el del paisaje urbano, en el que también se presenta este problema de las denominaciones. En rigor, la primera dificultad al querer aplicar un nombre genérico a quien habita la ciudad, que sería el de “ciudadano”, es que tal palabra se restringe a los poseedores de derechos cívicos (los que pueden votar y ser electos en cargos de representación popular). Por tanto, un niño que vive en la ciudad no será llamado ciudadano".

El autor cita el Diccionario de la Lengua Española (el de la RAE), señalando que "hay dos términos que tienen plena cabida cuando queremos hablar o referirnos a cualquier residente en la ciudad: poblador o vecino"

Para la palabra POBLADOR, la RAE lo define como un adjetivo (posible de usar también como sustantivo) que se aplica a los habitantes de un lugar. A su vez, la misma institución señala que el habitante es “cada una de las personas que constituyen la población de un barrio, ciudad, provincia o nación”.

Para la palabra VECINO, la RAE indica cuatro significados posibles, donde el tercero hace referencia a quienes “habitan independientemente en una misma población, calle o casa”.

"O sea, cuando queremos hablar de alguien que reside en la ciudad, podemos indistintamente hacer uso de los términos “poblador” o “vecino”. Pero algo diferente a esas posibilidades que el diccionario nos entrega es lo que ocurre hoy en Chile (y quizás en cuántas partes más) con la utilización de los nombres ante señalados. Y, en especial, cuando se ocupa el primero de ellos.

No es posible desconocer que en la historia de nuestras ciudades, al momento de formarse un conjunto habitacional, se utilizó bastante la fórmula de “población tanto tanto” (Población José María Caro, Población Gómez Carreño, Población La Victoria, Población Lo Franco, etc., etc.). Más todavía si la agrupación territorial nacía producto de una ardua lucha y no pocos sacrificios. Incluso, rigurosas investigaciones y publicaciones centradas en el problema de la vivienda hablan de poblaciones y pobladores. Así, tiempo atrás, nadie concurría en desliz lingüístico ni menos en discriminación social alguna cuando, a los que formaban parte de una población, se les llamaba pobladores. De hecho, había quienes ostentaban con orgullo tal denominación y lo señalaban casi como certificado de compromiso político, cuando no una prueba de haber sido parte de una legendaria batalla.

Sin embargo, habido cambio de costumbres y de miradas (igual que también evoluciona y se modifica la lengua), hoy por hoy se hacen esfuerzos para eliminar aquellos elementos que conllevan un dejo de discriminación de cualquier tipo (tal cual ocurre con la norma que obliga a los servicios públicos a no solicitar la fotografía en el currículum vitae de los que postulan a emplearse ahí). Algo que parece estar lejos de la mayoría de los medios de comunicación (y de unas cuantas autoridades, de hoy y de antes) cuando hacen una clara distinción al momento de ocupar las palabras “poblador” o “vecino”, como se puede observar en las citas de noticias al comienzo de este texto. ¿Se imaginan ustedes al alcalde Raúl Torrealba hablando de los pobladores de Vitacura?, ¿o que algún matutino haga referencia a que el presidente Piñera es poblador de la calle San Damián? Puede sonar divertido en este ejercicio de ficción, pero el asunto tiene otro tufillo en nuestra realidad urbana, ¿o no?"

El artículo entero esta en este enlace, que lo disfruten!


MANU(el Andres) SANDOVAL (Baros)
...."Deja la Vida Volar"....
Leer más...