jueves, 24 de octubre de 2019

¿Cómo salimos de la C R I S I S en el Oasis?

¿Cómo iluminamos el camino para salir de esta CRISIS?

En estas líneas pretendo dar una respuesta a esta pregunta. Responderme a mi mismo, evadiendo (mira la palabra que elegí)  otras preguntas y cuestiones que me vienen al corazón y a la cabeza, pero que son bastante menos esperanzadoras y positivas que la pregunta que decidí abordar. Porque hay que salir de esta CRISIS, el país y las nuevas generaciones se lo merecen, construir juntos una sociedad que nos represente, que nos pertenezca... "la casa común", que algunos le llaman.

Antes que sigan leyendo: No voy a pedir la renuncia de Piñera; pueden tildarme de "amarillo". Tampoco voy a criminalizar los lamentables, pero comprensibles hechos de violencia; pueden acusarme de justificar a los violentistas o a los delincuentes. Y no voy a buscar enemigos ni diferencias donde no debieran haberlas, ni los pacos/milicos/flaites son el "enemigo poderoso" al que tenemos que enfrentar, ni existen chilenos de verdad y otros no tanto.

No me quiero quedar pegado en los diagnósticos que justifican esta CRISIS (si revisan para atrás este blog, hay varias razones que uno puede ir encontrando como partes fundamentales del descontento que vimos explotar la semana pasada), y tampoco en las recriminaciones por no haber hecho algo más y mejor antes que todo esto pasara (me resuena la resiente conversación con una amiga, asombrados ambos del caos en otros países del vecindario y lo "lejano" que estábamos hace unos días de esa situación). Y menos pretendo concentrarme en buscar responsabilidades puntuales y apuntar con el dedo a un@s u otr@s (aunque son much@s que se lo merecen). Y lo que no puedo permitir que siga pasando, es que las divisiones empiecen a evidenciarse en grupos de amigos y en las mismas familias, por llevar tantos años en piloto automático viviendo en un país que, sin gestas deportivas, Teletones o desastres naturales, sentimos no nos pertenece. Esta CRISIS no nos puede quebrar.

Esta CRISIS debe conminarnos a la introspección a quienes gozamos de algunos  (o varios) privilegios, incluso hay vari@s que deben partir por reconocer que somos privilegiados en muchos aspectos. Todo privilegio es una situación comparativa ante otras situaciones más precarias, donde, en el mejor de los casos, otros no cuentan por el momento con "mi condición de privilegio", pero, lo que es más grave en nuestro caso, muchos de esos otros nunca podrán contar con esa condición, ya que el privilegio de algunos sólo es gracias a la precarización de otros (pensemos por ejemplo en el acceso a agua de los palteros en el Valle del Aconcagua).  

Esta claro que nunca antes vivimos esto. A ninguna generación le tocó enfrentarse a un caos que pareciera no surgir de carencias o declives políticos evidentes, en un país sin guerra (pese a lo que diga nuestro Presidente) y con indices macro económicos medianamente positivos. Y al tratarse de algo nuevo (solo parecido a sucesos históricos del pasado), requiere soluciones nuevas, no exploradas hasta el momento; lo que nos obliga a reconocer que todos estamos en riesgo de cometer errores ante las incertidumbres de esta CRISIS, debemos asumir que nos vamos a equivocar, empatizar con esa posibilidad y no presuponer que los errores sólo obedecen a malas intenciones por parte de unos u otros. 

Estamos frente a una CRISIS social que requiere una respuesta política, no politiquera y no solamente de la clase política (qué es esa mierda de algunos actores fundamentalmente políticos que se desmarcan de una clase de la que nunca debieran haberse alejado), pero esto se soluciona con POLÍTICA.  En ese sentido, la sociedad civil ES ÉL ACTOR POLÍTICO que hoy debe asumir el protagonismo en este nuevo escenario. Por eso es luminosa la "Carta abierta de la Sociedad Civil" (con orgullo reconozco a algunos firmantes), cuando hace un llamado, a nombre de "más de 300 organizaciones de la sociedad civil", a construir "un nuevo y necesario acuerdo social... y por ello abrimos las puertas de nuestras organizaciones para un diálogo democrático que logre poner los dolores de Chile al centro de la discusión pública". Se  debe construir las bases de un nuevo sistema político con nuevos estándares sociales, y esto se logra a través de un pacto social, que no es otra cosa que una NUEVA CONSTITUCIÓN (duela a quien le duela)

Es un hecho de la causa lo insostenible de seguir viviendo con el marco de una Constitución Política como la que tenemos. Una Constitución que construyó y aún permite sostener un sistema político que nos obliga a vivir en condiciones de desigualdad y abuso legal y sistemático (agua privada, educación cara y de mala calidad, salud buena solo si la pagas, y un largo etc.), donde el más claro ejemplo es que hoy el Estado de Chile nos entrega servicios públicos (Educación, Salud, Seguridad, Aseo y Áreas Verdes) con estandares complematemente diferentes  según el presupuesto de la Comuna donde vives. Eso es lo que debemos cambiar.

Salir de la CRISIS significa que debemos recuperar el orden publico y el funcionamiento de las principales Ciudades de Chile, pero eso no es con Militares en las calles, ni menos por agotamiento del movimiento o por "generación espontanea", el orden público y el normal funcionamiento de nuestras ciudades se va a conseguir porque se verán acciones concretas y la misma sociedad entenderá que es momento de pasar a acciones más propositivas para alcanzar los cambios que queremos.

Acciones "aquí y ahora". El Gobierno debe asumir que el escenario cambio (a estas alturas no constatarlo es de una ceguera imperdonable) y bien poco valen el 54% o más de votos de hace 2 años. Lo que significa que su Programa y prioridades ya no sirven, el mismo Piñera lo reconoce al (de manera descontextualizada) parafrasear a Benedetti: "...teníamos todas las respuestas y nos cambiaron las preguntas”. El Gobierno debe y tiene que terminar su periodo, conducir el camino que la sociedad requiere recorrer hoy, eso implica por una parte tratar de implementar las intrascendentes medidas que ha propuesto, y por otra, la relevante tarea de prestar la casa y preparar los escenarios (como lo hará, esperamos, con la APEC y la COP25) para que se inicie el "dialogo domocrático" que Chile necesita. Es necesario, casi simbólico, un cambio drástico de gabinete y de prioridades legislativas.

El objetivo no debiera ser otro que proteger la Democracia, que por el momento, es el Sistema Politico Social donde mejor pueden expresarse nuestras potencialidades humanas, resguardando el más equitativo desarrollo de todos los miembros de la comunidad. No podemos arriesgarnos a un (nuevo) quiebre institucional en nuestra historia. De eso cuesta recuperarse, basta leer el largo y oscuro camino después del la Guerra Civil del 1891 o las heridas que aun arrastramos del último tercio del siglo pasado. Tenemos que buscar liderazgos que se comprometan con ello, lamentablemente la clase política tradicional no tuvo, ni ha tenido (por lo que dificulto que las tenga) las respuestas a estas CRISIS; es más, son grandes responsables de la misma. La élite política tiene que asumir las culpas y  empezar a planificar su salida (programada, pero salida definitiva) del escenario que se nos abre. Limitar o prohibir su inmediata reelección no es algo que debiéramos dejar de conversar.

Y por último, aquí y ahora, la otra élite, la económica, debe asumir que sus décadas de privilegios fueron a costa del abuso y precarización de gran parte de la sociedad (y del medioambiente); que ello debe tener un costo y que están obligados a ceder y tienen que pagar por todo el abuso acumulado. Deben pagar, no como castigo, sino que por imperativo moral: partiendo con una reforma tributaria progresiva y redistributiva; pagando, proporcionalmente a las utilidades de sus evasiones, con cárcel y con multas; entregando sus cotizaciones a fondos de salud y de pensiones de reparto; pagando royalty por sus actividades extractivas; ofreciendo jornadas laborales y sueldos éticos, pactados y negociados colectivamente con sus trabajadores; invirtiendo en bienes y servicios públicos sin pretender enriquecerse por años y con utilidades protegidas por la ley; pagando a un tiempo prudente a sus proveedores... La lista con esta élite es más larga y es dónde más debemos profundizar en medidas correctivas a corto y mediano plazo. Ojo que siguen controlando los medios de comunicación masivos y están empecinados en convencernos que el foco de las transformaciones debe estar en la élite política. 

Iba a seguir escribiendo.... y las noticias me despertaron de este presente y futuro que estaba soñando. A lo mejor, vivir toda esta CRISIS desde Coyhaique ( la única Región sin Estado de Emergencia) me tiene un poco menos pesimista y apesadumbrado que a vari@s en las grandes Ciudades, pero me sumo al llamado de ChileDescentralizado: 
"Salvemos nuestra capital desarrollando las regiones. En regiones se vive mejor" 
(acá su comunicado de inicios de esta atribulada semana)

Ojala algo de esto, se empiece a ver en horizonte... De lo contrario: la FIEBRE puede bajar, pero la ENFERMEDAD va a continuar matando a este paciente que hoy está en CRISIS.


Foto de JAVIER SCHWERTER / PATADRONE 


"DEJA LA VIDA VOLAR"
 Debes ser el Cambio que Quieres ver en el Mundo

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