viernes, 30 de junio de 2006

NO HAY QUE CREER SÓLO EN LA "TELE"

Me niego a creer que lo que nos han mostrado los noticieros esta última semana sea la cruda realidad, que la delincuencia sea tal que no podamos salir a las calles de la ciudad. Que los "delincuentes" (esos delgados jovenes morenitos, de poblacioones marginales) entran y salen de las carceles y nos acechan en cada rincon. Que la mano blanda del sistema (esa puerta giratoria) es un caldo de cultivo para esa "lacra" de la sociedad.....

NO PUEDE SER!!!!

Y al parecer no es tal, no lo digo yo,se lo escuche a un importante abogado penalista (profesor de la Chile) hoy en una entrevista radial ("Palabras sacan Palabras", de Radio Futuro...lo recomiendo), se trata de Miguel Soto, quien hablaba de muchas cosas, entre ellas destacaba que "esa sensación de inseguridad" es sólo una sensación , y que la realidad demuestra que estamos transformandonos en una sociedad represiva ("el doble de población penal (ahora condenada) en 5 años en Chile") y esta mayor violencia (no sòlo en los delitos) es uno de sus efectos.

Y me entero que el Abogado Soto (permitanme la patudez) viene hace tiempo sosteniendo esta tesis, y por esto transcribo acá parrafos de dos entrevistas que encontre en GOOGLE(MIGUEL SOTO+DELINCUENCIA); uno en el diario "La Nacion" y otra en el sitio de "mercado negro".

El resumen de los parrafos es el que sigue:


"La gestión que se hace hoy en día en Chile del discurso relativo a la seguridad ciudadana es una gestión ideológica, es el invento de un enemigo externo. Habiendo desaparecido otros enemigos externos, situar un tercero fuera, como enemigo, siempre rinde provecho. Eso por una parte. Por otra parte, el tener una agenda política de esa naturaleza no requiere decisiones ideológicas duras, es decir, el tener como enemigo externo a la delincuencia y tener como agenda política la lucha contra la delincuencia, suponiendo que la delincuencia viene definida como un fenómeno ontológico, es una cosa que no supone decisiones políticas duras para ninguno de los actores en disputa, como lo demuestra el hecho de que la misma agenda pueda ser compartida por gobierno y oposición. En Chile no hay nadie que tenga una agenda discordante en ese ámbito.

No deja de ser paradójico que todos los sectores estén de acuerdo...

Suponiendo que hay un consenso sobre el hecho de que la delincuencia es un fenómeno normal de cualquier estructura social, hay sectores relevantes de la doctrina que problematizan la forma en que definimos a los delincuentes. En lugar de entender que el problema está en los criminales, entiende que el problema está en el proceso de criminalización. Es decir, que como sociedad necesitamos seleccionar determinados individuos para que cumplan la función social de criminales. De tal forma, en una suerte de maniqueísmo, sin el diablo usted no tiene definido a dios, sin la delincuencia usted no tiene definido los comportamientos normales.

Como necesitamos imponer ciertos comportamientos normales y como tenemos que probar que nuestro sistema coactivo funciona, lo que hacemos es seleccionar algunos chivos expiatorios a objeto de hacerlos muestra viviente de que nuestros mecanismos de coacción, de coerción social, efectivamente funcionan. Esa selección se haría además con criterio, valga la redundancia, extremadamente selectivo, o sea caería con mucha más intensidad sobre los sectores más vulnerables o carenciados de la sociedad que sobre los sectores más poderosos de la sociedad.

Primero es qué definimos como delito socialmente y segundo, definido lo que sea delito, tenemos que aumentar las posibilidades de que aquel que ha cometido un delito, si quiere, vuelva a ser un actor social, pero no obligarlo, presionarlo o condicionar nada a que vuelva a serlo. O sea dejarle abierta las posibilidades de si quiere hacer algo durante su pena, pero asegurar la voluntariedad de eso que hace y tener cárceles que respeten la humanidad. Las cárceles deben ser buenas no por razones de reinserción social, de rehabilitación o readaptación social, sino que deben ser buenas porque ahí hay seres humanos. Esa es una razón contundente. Por sentencia, de lo único que están privadas esas personas es de su libertad de movilización, no están condenadas a vivir en condiciones subhumanas o en medios que no respetan su calidad de seres humanos, que es lo que ocurre con la generalidad de nuestras cárceles. Decir que las cárceles deben ser buenas para que sirvan a la readaptación social es decir que los no readaptables, como quiera que usted los defina, lo que siempre es un cuanto autoritario, no merecen estar en buenas cárceles. Eso si que es el paroxismo del autoritarismo.

Promover mano dura es populismo, pero no es populismo a secas. Es un fenómeno que se da en todo el mundo occidental en este último tiempo, que es la llamada expansión del control penal. Para decirlo de otra manera, la gente se pone en el rol del padre del hijo violado, pero nadie se pone en el rol del padre del violador.
Se hace referencia a la mano dura, a soluciones como “tres strike y out”, que en su versión chilensis es “la tercera es la vencida”, una estrategia político-criminal que viene de Estados Unidos. Su nombre hace referencia al juego del béisbol. Si el bateador fracasa tres veces en batear la pelota, a la tercera vez sale eliminado. O sea, en materia penal, dos condenas anteriores y la tercera representa una condena a presidio perpetuo. Lo que se ha tratado de trasladar a Chile es el modelo político criminal anglosajón, lo cual en buena medida se ha logrado. Estados Unidos es el país del mundo que mayor cantidad de gente tiene presa per cápita, y Chile es el país de Latinoamérica que mayor cantidad de gente tiene presa per cápita. En los últimos cinco años se ha duplicado el volumen de población penal en nuestro país. Ahora, si se ha duplicado la población penal sin que se produzca una sensación de mayor seguridad, debe ser porque el duplicar los presos no consigue el efecto buscado.

Hasta no tener una recopilación más o menos cierta de datos empíricos y estadísticos, es muy difícil hacer una campaña seria contra la delincuencia. Para poner un ejemplo, frente al delito de hurto y de robo, uno debería pensar en restringir significativamente las formas de liquidación de las especies hurtadas. O sea, es mucho más eficiente para disminuir el hurto y robo reaccionar sobre las formas de reducir las especies sustraídas, pero eso requiere una investigación empírica que me diga qué especies son las que se están sustrayendo, por qué, y en qué mercado se comercializan. No me basta subir las penas del hurto y robo, o sacar muchos carabineros a la calle, si no tengo los antecedentes estadísticos reales de cuál es el fenómeno que estoy combatiendo"
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Para leer las entrevitas:
...de la nacion, pinchen acá
...de mercado negro, pinchen acá

MANU(el Andres) SANDOVAL (Baros)
Bienvenidos....

2 comentarios:

ximena dijo...

Hola Manolo:
Yo tampoco puedo creer lo que escucho...me resisto a creerlo!!!
Yo tengo super claro que el problema de la delincuencia está agudizado por el modelo económico que nos rige. La desigualdad es la clave, la falta de oportunidades. Esa falta de oportunidades que viene desde la cuna, ahí hay que apoyar para nivelar un poco a los que nacen en la miseria. Por eso, la Presidenta ha dicho que va a implementar un cambio histórico en la educación, porque se va a apoyar a esos sectores desde el momento en que nacen, para entregarles las herramientas que les permitan alcanzar las metas que en este momento sólo tienen los que nacen en cunas de oro (y que son los menos). Al tomar estas medidas hoy, tendremos los resultados en 16 o 17 años más. Pero es el primer paso, por fin, alguien se dió cuenta de la realidad, alguien llegó al "meollo" del problema y desde ahí, atacar este flagelo,

Fatma dijo...

De acuerdo con lo que planteas, algo similar se toca en el documental 09/11 se nos quiere controlar a traves del miedo, cada día estamos mas aislados cada uno encerrado en su casa, los niños ya no juegan y nuestra delincuencia no es mayor a la de otros paises.