Ya no es nuevo, tampoco nos miran tan raro en la calle, es tema de debate en días electorales y es la pauta de vespertinos radiales. La bicicleta como transporte en la ciudad, al parecer ya es más que una rareza de algunos pocos o la locura de una elite, es una inquietud generalizada.
En pocos meses durante este año hemos sido testigos de diversas iniciativas que van desde estacionamientos para Bicis en el Metro de Santiago, promesas de ciclovías como parte del plan de descontaminación de la Región Metropolitana; hasta servicios públicos de arriendo de bicicletas. La interrogante lógica es ver como aprovechamos (los actuales ciclistas) este "boom" para comenzar a contagiar de esta cultura al resto de la gente.
Siempre oiremos voces que traten de frenar nuestras ganas de movernos por la ciudad (sea cual fuere esta) arriba de la Chancha, como el riesgo inherente de pedalear entre motores o lo poco agradable de llegar sudado a todas partes. Patrañas todas de gente que nunca ha usado la bicicleta para andar por la cuidad, personas que arriba de su auto viajan asustadas de chocar, ser asaltadas o encontrarse (por mala suerte) con algún taco; o los otros, que apretados en el transporte público (cuando logran abordarlo), llegan igual de sudados a sus oficinas. Opiniones sesgadas, que nos vuelven furiosos ciclistas en busca de respuestas concretas y aclaraciones rotundas. No son ellos los que deben hablar del tema, no son ellos que deben pedir soluciones para los ciclistas urbanos: somos nosotros.
Buscando en sitios cleteros chilenos (que abundan y que son muy buenos) me tope con una recomendación directa para que las cosas empiecen a cambiar desde nosotros mismos. Para que nos hagamos cargo de nuestra seguridad, de nuestro sudor y de la integridad de la compañera de dos ruedas.
Es una lista de consejos para que nuestras actitudes al manubrio demuestren una verdadera cultura de ciclismo urbano, para que todas las iniciativas que vengan se encuentren con una comunidad dispuesta y preparada para sacarle el máximo provecho a ciclorutas, estacionamientos, guarderías, servicios de arriendo, etc.
Para la seguridad en la calle se nos entregan consejos básicos como circular correctamente según el sentido del tránsito; usar luces de manera correcta (blanca o amarilla adelante y roja atras) durante la conducción nocturna; y evitar andar por la vereda (ya que esta hecha para los peatones). Para la integridad de la Bici (y de nosotros a la vez) se recomienda mantenerla en buenas condiciones mecánicas y contar con elementos de anclaje seguros (para evitar "dolores de cabeza y rabias culpando a los conserjes de un edificio o un local comercial" en caso de robos). Si la preocupación es nuestro cuerpo (malos olores o lesiones) es sencillo, se recomienda tener una bicicleta adecuada a nuestro porte (hay muchas medidas de marcos distintas y sitios donde podemos ver cual se acomoda mas a nuestra anatomía) y no abrigarse mucho al momento de empezar el viaje (pedaleando, el frío inicial sólo durará un par de cuadras).
Recomendaciones algunas que a veces cuesta seguir al pie de la letra, porque somos parte de esa cultura motorizada que solo veía en la bicicleta un deporte o un pasatiempo. Hay que comprometernos a diario con esta manera urbana de pedalear.
El decálogo de malas prácticas de ciclistas urbanos que se nos presenta (y que pueden leer entero en este enlace), esta abierto, y temas como el uso de audífonos, el casco o la manera de estibar la carga están esperando sumarse a la lista. Es un debate en el que debemos participar quienes nos movemos en bicicleta, y quienes están temiendo dar el paso final para dejar la BIP o las Llaves guardadas en el Bolso...Los y las demás que sigan mirándonos raro
MANU(el Andres) SANDOVAL (Baros)
una constante búsqueda....
En pocos meses durante este año hemos sido testigos de diversas iniciativas que van desde estacionamientos para Bicis en el Metro de Santiago, promesas de ciclovías como parte del plan de descontaminación de la Región Metropolitana; hasta servicios públicos de arriendo de bicicletas. La interrogante lógica es ver como aprovechamos (los actuales ciclistas) este "boom" para comenzar a contagiar de esta cultura al resto de la gente.
Siempre oiremos voces que traten de frenar nuestras ganas de movernos por la ciudad (sea cual fuere esta) arriba de la Chancha, como el riesgo inherente de pedalear entre motores o lo poco agradable de llegar sudado a todas partes. Patrañas todas de gente que nunca ha usado la bicicleta para andar por la cuidad, personas que arriba de su auto viajan asustadas de chocar, ser asaltadas o encontrarse (por mala suerte) con algún taco; o los otros, que apretados en el transporte público (cuando logran abordarlo), llegan igual de sudados a sus oficinas. Opiniones sesgadas, que nos vuelven furiosos ciclistas en busca de respuestas concretas y aclaraciones rotundas. No son ellos los que deben hablar del tema, no son ellos que deben pedir soluciones para los ciclistas urbanos: somos nosotros.
Buscando en sitios cleteros chilenos (que abundan y que son muy buenos) me tope con una recomendación directa para que las cosas empiecen a cambiar desde nosotros mismos. Para que nos hagamos cargo de nuestra seguridad, de nuestro sudor y de la integridad de la compañera de dos ruedas.
Es una lista de consejos para que nuestras actitudes al manubrio demuestren una verdadera cultura de ciclismo urbano, para que todas las iniciativas que vengan se encuentren con una comunidad dispuesta y preparada para sacarle el máximo provecho a ciclorutas, estacionamientos, guarderías, servicios de arriendo, etc.
Para la seguridad en la calle se nos entregan consejos básicos como circular correctamente según el sentido del tránsito; usar luces de manera correcta (blanca o amarilla adelante y roja atras) durante la conducción nocturna; y evitar andar por la vereda (ya que esta hecha para los peatones). Para la integridad de la Bici (y de nosotros a la vez) se recomienda mantenerla en buenas condiciones mecánicas y contar con elementos de anclaje seguros (para evitar "dolores de cabeza y rabias culpando a los conserjes de un edificio o un local comercial" en caso de robos). Si la preocupación es nuestro cuerpo (malos olores o lesiones) es sencillo, se recomienda tener una bicicleta adecuada a nuestro porte (hay muchas medidas de marcos distintas y sitios donde podemos ver cual se acomoda mas a nuestra anatomía) y no abrigarse mucho al momento de empezar el viaje (pedaleando, el frío inicial sólo durará un par de cuadras).
Recomendaciones algunas que a veces cuesta seguir al pie de la letra, porque somos parte de esa cultura motorizada que solo veía en la bicicleta un deporte o un pasatiempo. Hay que comprometernos a diario con esta manera urbana de pedalear.
El decálogo de malas prácticas de ciclistas urbanos que se nos presenta (y que pueden leer entero en este enlace), esta abierto, y temas como el uso de audífonos, el casco o la manera de estibar la carga están esperando sumarse a la lista. Es un debate en el que debemos participar quienes nos movemos en bicicleta, y quienes están temiendo dar el paso final para dejar la BIP o las Llaves guardadas en el Bolso...Los y las demás que sigan mirándonos raro
MANU(el Andres) SANDOVAL (Baros)
una constante búsqueda....
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