viernes, 15 de enero de 2010

Con vergüenza, con pena y desilusión

La política no sirve… No hablemos de política...La Democracia es una Mierda…

Son frases que solo abonan nuestra deficiente educación cívica y la casi nula participación social; todas causas directas del deficiente sistema político que tenemos. Son por lo tanto, frases que no debiéramos escuchar en momentos como este. Podrá molestarle a algunos o extrañarles a otros ver mis divagaciones políticas, y mi afán de hacerlas públicas y compartirlas cuando pueda; pero, la idea es sencilla y de toda esencia lógica: la política tiene que ver con la manera en que la sociedad (desde que el ser humano se reconoce como un ser social) se organiza colectivamente en torno a mínimos comunes aceptables, que debe inculcar y hacer cumplir por sus integrantes. En este sentido, la política es algo colectivo, lo contrario a particular y privado, y como tal debe dialogarse en el espacio público.

Quiero manifestar mi posición de cara a la segunda vuelta, contarles que me está costando mucho darle forma a esta decisión, una forma que incluso puede no ser definitiva todavía. La situación es compleja, es sin dudas y ante todo: DESILUSIONANTE. Los motivos:

· Llego a una segunda vuelta con la clara y firme convicción que ninguna de las alternativas políticas que tienen representantes en el voto, representa en lo más mínimo mis voluntades o mis ideas de desarrollo inmediato, ni mucho menos futuras (en primera vuelta Arrate y MEO ofrecían ciertos matices que me resultaban muchos más afines). Sea cual sea el resultado, felicidad y esperanza no será lo que sentiré el domingo por la noche

· Llego a una segunda vuelta con la seguridad que ambos personajes (o personas) no pasan con facilidad test de limpieza y honestidad. Uno muchísimo más que el otro, eso está claro, pero los 2 han tenido turbias actuaciones (tanto en los negocios como en la política) que me hacen desconfiar (de nuevo uno muchísimo más que el otro) de la veracidad de sus promesas. Sea cual sea el resultado, seguridad y confianza no será lo que sentiré con uno de ellos sentado en La Moneda por 4 años.

· Llegamos a una segunda vuelta que culminará un proceso electoral para nada, y por el contrario a lo que vemos a diario en los medios de comunicación, competitivo y atractivo; y lo que es peor, mucho menos REPRESENTATIVO. En primera vuelta voto menos gente que en todas las elecciones desde el retorno a la democracia, lo que muestra el poco atractivo que esto representa en el electorado; llegamos, pese a todas las promesas electorales de la concertación durante estos 20 años, con un padrón electoral que no ha variado casi nada desde 1989 (siguen votando y eligiendo los mismos que hace 20 años), sin inscripción automática, sin voto en el extranjero, sin facilidades para la inscripción al menos, etc. Sea cual sea el resultado, el próximo Presidente de Chile será electo por un poquito más de un quinto de los Chilenos.

· Llegamos a una segunda vuelta en que ninguna de las dos opciones ha manifestado un compromiso real con el medioambiente, y que proponga un nuevo trato sobre un modelo productivo y de desarrollo que entienda que una relación sustentable con el medioambiente es esencial para asegurar un futuro de calidad a las personas. Sea cual sea el resultado, en los próximo 4 años la depredación del medioambiente irá en aumento y continuará siendo una consecuencia lógica del modelo de desarrollo del país.

· Llegamos a una segunda vuelta en que ninguna de las dos opciones ha manifestado un compromiso real con el fortalecimiento de los territorios e identidades locales (incluidos los pueblos originarios), para que sean protagonistas de su propio desarrollo. Sea cual sea el resultado, en los próximo 4 años la descentralización y el desarrollo local no serán más que una inquietud de académicos.

· Llegamos a una segunda vuelta en que ninguna de las grandes coaliciones políticas apostó a sentarse a “pensar” y “refundar” Chile, extrañamente no se empaparon del espíritu del Bicentenario, y nada dicen de sentar las bases en que Chile se desarrollará en los próximos 50 ó 100 años, solo prometen cosas que todo gobierno debe entregar o al menos asegurar a la población: trabajo (sin discutir su calidad), seguridad ciudadana (sin discutir cómo hacer frente a las reales causas de la delincuencia o el narcotráfico), protección social (sin discutir la relación estado-mercado), educación, salud, etc. Sea cual sea el resultado, el próximo Gobierno, por falta de voluntad y convicción, no cambiará Chile.

La Concertación aportó positivamente al país, pero con todos los avances y todas sus obras (las grandes y las que resultaron poco y nada, como el Transantiago o el Tren al Sur) no puede seguir como lo viene haciendo hasta ahora: se olvido de la participación ciudadana, de la educación pública de calidad, de la democracia realmente representativa, de acabar con la Constitución de la Dictadura, etc. No hablo de errores o defectos que son esperables de cualquier gobierno (nacional o local) o de cualquier gran empresa: como los pitutos, los operadores políticos o las acostumbradas ineficiencias. Dejé de confiar en la frase emocionante, el líder carismático y la retórica que invitaba a soñar y construir un futuro juntos que vociferaba en cada elección el Conglomerado de Centro-Izquierda; dejé de confiar, porque ellos se disociaron de la gente y sus demandas.

Como no votaré nunca por una alternativa política de derecha, y nunca le daré el voto a un personaje que representa lo peor del capitalismo desfrenadamente liberalizado (solo financiera y económicamente hablando está claro) y devastador. Que es capaz de cambiar sus gustos deportivos por negocios, que ha sido sancionado por dudosas prácticas financieras, que se ha visto envuelto en líos judiciales, que no quiere renunciar a sus intereses y que las empresas en las que participa, a lo largo del mundo son sancionadas por malas prácticas, no me queda otra alternativa. Voté en primera vuelta por Arrate, y siempre pensé y dije que en segunda vuelta mi voto sería NULO. Por todo lo anterior, y porque la Concertación no merece que siga votando por ellos (¿leyeron bien? Digo ellos, decimos ellos; no decimos nosotros; ellos dejaron, si alguna vez lo hicieron, de pertenecer y representar a las reales demandas de las mayorías), es vergonzoso como ellos mismos se reconocen como el mal menor y sienten que tienen al pueblo cautivo por el temor a la derecha

Sin embargo, el escenario político se ha movido, y los mismos votantes y partidarios de la “Coalición por el Cambio” reconocen que la victoria no está asegurada. La derecha defiende a toda costa la “libertad” de quienes queremos votar nulo, en blanco, o simplemente no ir a votar el domingo: porque con eso necesitan muchos menos votos para que su candidato gane (recordemos que el presidente se elige “entre los votos válidamente emitidos, esto es excluyendo nulos y blancos). Por eso la Concertación y todos lo que votan por Frei, quieren que vayan a votar la mayor cantidad de gente y que se manifiesten por una de las alternativas que tiene la papeleta, que no deje en blanco ni menos anule su voto. Pasamos de la “apología del voto nulo” a la “Satanización de quienes votamos Nulo”. Seamos sinceros y claros: Votar Nulo es una manifestación válida y mucho más concreta que no inscribirse o no asistir a votar, como tal debe ser respetada, si bien en los números tienen el mismo efecto (disminuir el umbral de votantes que eligen a los candidatos) tiene una relevancia social y política que debe ser valorada en su justa medida y con las pasiones de lado.

Es un riesgo entregarle un voto de confianza a cualquiera sea el próximo gobierno, y eso debe (aunque dudo que así suceda) entenderlo la coalición que resulte triunfadora, y debe hacerse cargo del descontento y la desconfianza. No creo que un triunfo de la Concertación asegure un mejor futuro, ni mucho menos la posibilidad de hacer realidad los cambios que esperamos, porque ya no fue; es más es muy riesgoso (y en una de esas bastante probable) que un triunfo concertacionista con todo en contra (el peor de los candidatos, con un rival que lleva 4 años como seguro ganador, con la coalición dividida y corriendo desde atrás) fortalezca aún más este acomodo que hoy muestran y sea un aliciente para continuar marcando el mismo paso que durante estos 20 años. Ya lo dije, deje de confiar. Creo sí que un gobierno de derecha y, sobre todo con Piñera a la cabeza, en el mejor (y menos probable) de los casos significará que no avanzaremos ni un ápice (si es que no retrocedemos) en el camino hacia el futuro y la sociedad en que a mí me gustaría vivir

El domingo no votare por Piñera, por que no lo quiero a él ni a la derecha en La Moneda. Eso es un hecho, y si hoy puedo hacer algo para evitar que eso suceda, LO HARÉ, VOTARÉ PARA QUE PIÑERA NO SEA PRESIDENTE, porque debo ser sincero: no quiero a la derecha en el poder, pero lo que menos quiero es a Piñera en La Moneda. No le temo a la derecha, le temo mucho más a Piñera. Con dolor de guata, con vergüenza, con pena y desilusión marcaré la opción de Frei el domingo… Como me han dicho un par de amigos: “Si Piñera gana por un voto, no podría dormir tranquilo pensando que fue mi voto nulo


MANU(el Andres) SANDOVAL (Baros)
...."Deja la Vida Volar"....

3 comentarios:

pqbu dijo...

A través de un amigo de FB, llegué a tu blog y la verdad es que te encuentro toda la razón... como dije por ahí: hay que contener la respiración, cerrar los ojos al hacer la rayita y votar por Frei... yo lo haré.. sin amor, pero con ene copete -o la sensación de él-... un ponceo cualquiera. No a la derecha!!!

Anónimo dijo...

Kompañero ha transcrito el pensamiento de la silente mayoria de jovenes que estamos aburrido de todo lo que se ha hecho y lo k no se ha hecho, muchos nos hemos puesto a pensar en lo k ha significado todos estos hechos sociales..desde k el k opina k la politica y la democracia es cuestion de tontos hasta aquellos ilusos k piensan en su señal de "cambio", creo k hoy seremos muchos los k en la urna respiraremos profundo y miraremos aquellos nombres k nos producen tanta desconfianza y desmotivacion.
Seremos espectadores anonimos hoy en la noche y komo ud bien dijo observaremos ni kon esperanza ni felicidad solo seguiremos pensando y viendo el modo de actuar de producir el cambio que queremos para el mundo...
Un abrazo
Saludos Omar

estepa dijo...

La verdad leí esto un poco tarde, pero lño importante es que se capta tu opinión y la de muchas personas. Me dio profunda pena el resultado del norte donde eliminaron a un gran porcentaje de la pob, me dio rabia el resultado del sur (patrones de fundo) me defraudó la votación del estadio nacional, taaan emblemático y ni hablar de la RM. Pero pese a esto hay gente que piensa y se cuestiona, no tengo ganas de rendirme ni de excluirme, de hecho este año me inscribí, vivo en Osorno, pero fui a Quellón a votar, perdios los chilenos ...