Hace una semana venía en La Tercera un articulo del Arquitecto Pablo Allard, que hablaba sobre (a propósito de los regalos navideños y la poco exitosa cumbre climática en Copenhague) "cuál sería el mejor regalo para nuestra ciudad... La respuesta es sólo una: la bicicleta."
"Como muchos lectores, tengo hace años una bicicleta de paseo de fin de semana, sin embargo, tal como señalé en otra columna, por motivos administrativos perdí el privilegio de contar con estacionamiento dedicado en la universidad donde trabajo, lo que me llevó a perder horas buscando un lugar en la calle o pagar hasta $ 6 mil por medio día en una clínica cercana. Dicha situación me impulsó a convertirme en ciclista diario, y utilizarla como medio de transporte. A ello contribuyó mi mujer al regalarme para los 40 una bicicleta plegable, que me permite combinar el pedaleo con el uso de Transantiago y Metro... No son baratas (las plegables), pero estimo que sólo en bencina, TAG, estacionamiento o taxi la tendré pagada en menos de un año, sin contar los kilos de menos y los años de vida que he ganado".
"Salir a la calle significó un total redescubrimiento de la ciudad, su paisaje y su gente. Me di cuenta de que por las rutas que sigo entre mi casa y el trabajo, la diferencia entre auto-en-el-taco y bicicleta era menor a 10 minutos. Por otro lado, la combinación metro-bici me ha regalado experiencias tan memorables como cruzar el eje Bulnes para asistir a una reunión en el Parque Almagro; estar una mañana en el Artequin para luego cruzar el magnífico parque y, vía Metro, encontrarme 30 minutos más tarde en Nueva Las Condes rumbo a otra reunión. Redescubrí los olores y colores de los jacarandás y magnolios en flor, la brisa de la mañana, y más de una vez me sorprendí cantando al viento a solas mientras pedaleaba (al día siguiente dejé de visitar a mi terapeuta). Otro regalo fue la complicidad y simpatía de cientos de ciclistas que descubrí y que antes desde el auto me eran invisibles. Compartir con ellos la satisfacción de encontrar tramos completos de ciclovías que lentamente se levantan en nuestra ciudad, y también la frustración y riesgo que significa su discontinuidad, la agresividad de los automovilistas y el desdén con que los peatones ocupan las ciclovías".
"Esta experiencia personal me ha convencido que lejos el mejor regalo para nosotros y nuestra ciudad es una bicicleta, y si es plegable, mucho mejor. En Chile se estima que hay 900 mil y las ventas desde Transantiago en adelante han subido en 20% al año. Ahora que Transantiago está mejorando, bien vale la pena que esos ciclistas "vuelvan" a los buses, pero sin dejar la bicicleta".
"Este mes se vende el 50% del total de bicicletas del año, y 65% si hablamos de bicicletas para niños. Es hora que los adultos dejemos de ver la bicicleta como un artículo de paseo, o la máquina de tortura estática de los gimnasios. Tenemos una ciudad y un clima privilegiados, y les aseguro que mejorará ostensiblemente su calidad de vida. Sólo debemos atrevernos, como me sucedió días atrás, que algún conocido en el taco nos vea pasar felices tarareando la canción de Freddy Turbina que dice: "Ya no más vergüenza al pedalear… encontré mi equilibrio espiritual.""
El artículo, y otros más del mismo autor pueden leerlo desde acá
MANU(el Andres) SANDOVAL (Baros)
...."Deja la Vida Volar"....
"Como muchos lectores, tengo hace años una bicicleta de paseo de fin de semana, sin embargo, tal como señalé en otra columna, por motivos administrativos perdí el privilegio de contar con estacionamiento dedicado en la universidad donde trabajo, lo que me llevó a perder horas buscando un lugar en la calle o pagar hasta $ 6 mil por medio día en una clínica cercana. Dicha situación me impulsó a convertirme en ciclista diario, y utilizarla como medio de transporte. A ello contribuyó mi mujer al regalarme para los 40 una bicicleta plegable, que me permite combinar el pedaleo con el uso de Transantiago y Metro... No son baratas (las plegables), pero estimo que sólo en bencina, TAG, estacionamiento o taxi la tendré pagada en menos de un año, sin contar los kilos de menos y los años de vida que he ganado".
"Salir a la calle significó un total redescubrimiento de la ciudad, su paisaje y su gente. Me di cuenta de que por las rutas que sigo entre mi casa y el trabajo, la diferencia entre auto-en-el-taco y bicicleta era menor a 10 minutos. Por otro lado, la combinación metro-bici me ha regalado experiencias tan memorables como cruzar el eje Bulnes para asistir a una reunión en el Parque Almagro; estar una mañana en el Artequin para luego cruzar el magnífico parque y, vía Metro, encontrarme 30 minutos más tarde en Nueva Las Condes rumbo a otra reunión. Redescubrí los olores y colores de los jacarandás y magnolios en flor, la brisa de la mañana, y más de una vez me sorprendí cantando al viento a solas mientras pedaleaba (al día siguiente dejé de visitar a mi terapeuta). Otro regalo fue la complicidad y simpatía de cientos de ciclistas que descubrí y que antes desde el auto me eran invisibles. Compartir con ellos la satisfacción de encontrar tramos completos de ciclovías que lentamente se levantan en nuestra ciudad, y también la frustración y riesgo que significa su discontinuidad, la agresividad de los automovilistas y el desdén con que los peatones ocupan las ciclovías".
"Esta experiencia personal me ha convencido que lejos el mejor regalo para nosotros y nuestra ciudad es una bicicleta, y si es plegable, mucho mejor. En Chile se estima que hay 900 mil y las ventas desde Transantiago en adelante han subido en 20% al año. Ahora que Transantiago está mejorando, bien vale la pena que esos ciclistas "vuelvan" a los buses, pero sin dejar la bicicleta".
"Este mes se vende el 50% del total de bicicletas del año, y 65% si hablamos de bicicletas para niños. Es hora que los adultos dejemos de ver la bicicleta como un artículo de paseo, o la máquina de tortura estática de los gimnasios. Tenemos una ciudad y un clima privilegiados, y les aseguro que mejorará ostensiblemente su calidad de vida. Sólo debemos atrevernos, como me sucedió días atrás, que algún conocido en el taco nos vea pasar felices tarareando la canción de Freddy Turbina que dice: "Ya no más vergüenza al pedalear… encontré mi equilibrio espiritual.""
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MANU(el Andres) SANDOVAL (Baros)
...."Deja la Vida Volar"....
1 comentario:
si son la raja las bicicletas aun me recuerdo la primera que me regalaron una navidad a los 4 años que x darmela de mecanica la rompi a puros martillasos a las dos semanas jajajaaj y la segunda como olvidar la bicicleta cross lila comprada el el castillo del jugete que por salir apurada a andar el dia de navidady no dejar que la apretaran me quede con el manubrio el la mano ajajaja
este año le pedi una LAHSEN BO72603 C con canastillo incluido pero parece que el viejito se vino andando en ella por que aun no lelga ajjaa
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