miércoles, 10 de febrero de 2010

Al final era cierto... pero la vida sigue

EL 18 de enero, El Ciudadano tenía un titular que lo decía: “Se Van los Capataces y Vuelve el Patrón”; con el nuevo gabinete, anunciado ayer, esto se reafirma. Piñera lleva a la Moneda a representantes de los grandes grupos económicos y a importantes representantes del mundo intelectual neoliberal. En este aspecto, el futuro canciller, se constituye en un verdadero símbolo. Alfredo Moreno, el futuro ministro de Relaciones Exteriores, no tiene experiencia en diplomacia ni en política, pero tiene una vasta trayectoria empresarial: ex presidente de ICARE, director de Falabella, ex colaborador de Don Agustín Edwards (dueño de El Mercurio, y con quien mantiene contacto a través de la Federación de Criadores de Caballos Chilenos).

De los futuros ministros: 8 integran directorios de grandes compañías, en el gobierno estará directamente representado los importantes grupos económicos dueños de Falabella, Penta, el grupo Claro, Santander, la Cámara Chilena de la Construcción, Ripley, Soquimich y Mall Plaza. De los futuros ministros: 4 son integrantes del Instituto Libertad y Desarrollo, el más influyente think tank de la derecha. En su mayoría, los nombres reflejan a la derecha económica con sus brazos empresariales (grandes grupos económicos de la banca, el retail, la prensa, etc.) e intelectuales (PUC, U. de Chicago, LyD, etc.); con lo que el mal augurio de la Candidatura del Juntos Podemos se hace realidad, “los “poderes fácticos” llegaron al gobierno en gloria y majestad” (lo dice así El Mostrador). Menos mal que Piñera se preocupo de mantener alejados, al menos en esta primera línea, a protagonistas del régimen militar (evitando así la trilogía perfecta).

Esto es lo que me sigue asustando de Piñera y su gobierno: que los grandes grupos económicos, y con la prensa como comparsa, no tengan la menor preocupación en aparecer lisa y llanamente “gobernando” para, como es su objetivo último, maximizar sus rendimientos (muchos diran que siempre lo han hecho, y lo seguirán haciendo, pero ahora ya no con contrapesos o con títeres de por medio). Ahora son ellos mismos, que sentados en el mismo sillón controlarán sus directorios y el gabinete, a través de sus hombres y mujeres, que estaban en roles activos en sus filas, y que ahora integrarán el equipo de La Moneda.

Es aquí el origen de mi temor, o mejor dicho mi reticencia el futuro gobierno: es un hecho que los grandes grupos empresariales chilenos no se han caracterizado por su compromiso con el medioambiente, los derechos de los trabajadores y sus familias, ni con el desarrollo de la comunidad en la que están insertos; por lo que es bien poco probable que desde La Moneda traten de buscar directamente esos objetivos. Buscarán más trabajo, mejor educación o menor delincuencia; eso es obvio, pero no dicen de qué calidad serán los puestos de trabajo ofrecidos, si la educación de calidad será asequible a todos o si la delincuencia se disminuirá construyendo miles de cárceles. Lo más probables es que no sean muy santos sus intereses, de eso existe, sino temor, al menos una duda razonable.

Este ir y venir de empresas a cargos políticos no es nada nuevo; tenemos que ser sinceros, cuando la Concertación era gobierno, las salientes autoridades iban rapidito a ocupar puestos de importancia en diferentes grupos empresariales (baste mencionar el caso del ex Ministro Aninat); se iban a defender la empresas que antes regulaban; el dilema es que ahora es a la inversa, vienen a administrar el poder ejecutivo con serios conflictos de intereses…Que esperemos, por el bien de Chile, sean zanjados a tiempo y no intervengan en su actuar… Hasta el momento, pese a las promesas pre-electorales, no hemos visto, desde el presidente electo para abajo, señales que la desvinculación sea real.

Debemos reconocer que todo esto puede ser borrado de un plumazo cuando los Ministros sean evaluados con resultados en la mesa; espero que nos tapen la boca, por el bien de la gente. Que se desliguen de verdad de los conflictos de intereses, que gobiernen de cara al desarrollo integral del país, con igualdad y justicia social, con oportunidades reales para todos… Deseo profundamente que eso resultáse así, de verdad, serviría incluso de aliciente para que la futura oposición, si pretende recuperar el gobierno, reformule sus metas, sus procesos y sus discursos… Si en algún momento tuviera que reconocer mi errada visión actual, lo haré (hoy dudo que, en este punto al menos, este equivocado).

Independiente de lo anterior, tenemos que trabajar duro para que a Chile y a su gente, independiente quien esté sentado en La Moneda, nos vaya bien; eso debemos hacerlo todos, incluso los descontentos y desanimados por la realidad política; hoy más que nunca, cuando estos temores hacen ver un futuro poco claro, se necesita que pongamos más el hombro para contrapesar el enorme poder que unos pocos poseen. Como por ejemplo dicen desde Educación 2020, “la educación de Chile necesita transformaciones urgentes y, en ese contexto, colaboraremos con las nuevas autoridades”…

Tengamos o no autoridades afines (o al menos no muy perversas) y empresarios con compromiso social (o al menos que no sean capitalistas depredadores), la sociedad y cada uno de sus miembros debe trabajar para forjar el destino que desea para sí y para sus hijos. A mis amigos (y a mí mismo) los invito a no bajar los brazos, ni a nublar sus corazones: porque, querámoslo o no, el futuro nos necesita.


MANU(el Andres) SANDOVAL (Baros)
...."Deja la Vida Volar"....

1 comentario:

Anónimo dijo...

amigo, con los brazos mas arriba que siempre!!!.
lalo