viernes, 23 de noviembre de 2007

UNA POSTURA ANTE LA TORMENTA

(para que sepan de que se trata, pinchen acá)

No podemos hablar de un gobierno universitario legítimo si se encuentra sostenido sobre una comunidad estudiantil sometida a la más desoladora condición de desinformación con respecto a procesos fundamentales para el quehacer universitario.
Para poder destacar a “nivel nacional e internacional” es imperativo evitar reproducir al interior de la Academia, comportamientos sociales nefastos; sin embargo a diario constatamos como los estudiantes somos tratados como una masa difusa de consumidores ajenos a la Universidad, a los cuales no es necesario prodigarles condiciones que fomenten su desarrollo personal y humano más alla de lo que obliga el pago constante que realizan. Esto porque no somos considerados como una parte estructurante de la Academia y porque no hemos logrado constituirnos como una “masa crítica” que sea un real aporte a su institucionalidad.
Como somos el componente mayoritario de la comunidad universitaria y no formamos parte ni siquiera de los canales de información y opinión que posee la universidad: nadie, independiente de su posición, puede enarbolar la bandera de la democracia universitaria. Académicos, funcionarios, directivos y estudiantes somos testigos directos de una severa y rígida oligarquía, sistema que bajo ninguna circunstancia ofrece un “sano y transparente gobierno universitario”
La compleja situación actual en la que se encuentra el Área de Estado, Economía y Gestión ha generado una escalada de declaraciones cruzadas a las que como estudiantes debemos sumarnos, porque estoy convencido que constituimos una parte vital de la cuestionada Área.
Pero ante la lamentable ignorancia y aislamiento organizacional e institucional a la que el Directorio y la Rectoría someten al estudiantado, se hace complejo estructurar un discurso que represente una postura única, coherente y clara de los estudiantes frente a la contingencia actual. Sin prejuicio de ello considero una obligación moral manifestarnos respecto a determinadas cartas que están sobre la mesa.
Me opongo de manera rotunda a que (independiente de cualquier argumento) se pase a llevar la voluntad de estudiantes y académicos del Área, y se desconozcan procesos democráticos legítimos; ya que golpes autoritarios de ese calibre amenazan directamente el normal equilibrio de intereses y relaciones de poder en una sociedad madura y moderna, lo que sin duda generará serios obstáculos a la sana convivencia al interior de la Academia.
Reconozco, en este “programa de reestruturación general” que se pretende aplicar, una oportunidad ideal para fortalecer el Área (y la universidad entera) , ya que considero positivo y certero, el reflexionar y cuestionar (y ojala avanzar en soluciones y mejoras) “la calidad de la docencia entregada”; al igual que buscar alternativas destinadas a fomentar la investigación, extensión, publicaciones y prestación de servicios externos por parte del cuerpo docente de la universidad.
A su vez, es necesario, casi una obligación, manifestarse, de forma tajante, en desacuerdo a continuar aceptando (por omisión) la exclusión a la que los estudiantes de las diferentes carreras estamos confinados.
Es una profunda convicción creer que cualquier proyecto reestructurador debe considerar a los estudiantes en pos de asegurar una integra y efectiva “institucionalización de la estructura del Área”, para que las carreras y actividades llevadas adelante por ella, gocen de una “sustentabilidad sólida y durable”.
Exijamos, esta vez,nuestro derecho a ser parte de las soluciones…



MANU(el Andres) SANDOVAL (Baros)
una constante búsqueda....

No hay comentarios.: